Una noche cualquiera en Pereira, 4 chicas en la "fuente de soda"
el Pavo, salen con la idea de pasar un rato ameno entre ellas, toman cerveza y conversan, en una mesa cercana un hombre empieza a acosarlas, al principio son miradas incomodas, ante el llamado de las chicas para que deje de mirarlas, la respuesta del tipo es mas acoso, en
el Pavo nadie se manifiesta, nadie se solidariza, pero ellas no lo necesitan, sus reclamos desafiantes obligan al tipo y a su acompañante a irse de la "fuente de soda", pero no se van sin antes demostrar su poderio, su "derecho natural" sobre las mujeres, el que les otorga una sociedad que ya les demostro en los minutos anteriores que pueden acosar a 4 chicas sin ser repudiados, entonces lanzan desde la ventana un ultimo gesto obseno contra las chicas, mala idea, un certero botellazo cae sobre ellos lanzado por las chicas que indignadas han decido defenderse, se arma entonces el desbarajuste, los hombres acosadores ahora se desfrazan de victimas, la policia llega, tratando de poner en igual condicion al acosador y a las acosadas, ellas conocen sus derechos y no los dejan, los policias confundidos e intimidados prefieren no enredarse y dejan las cosas asi, seguro nunca han sido confrontados de esa manera por mujeres, al final cierran
el Pavo y todo mundo para la casa antes de las 11pm.
Esta historia es real, paso ayer y pasa todas las noches en lugares públicos de la ciudad y nunca pasa nada, las chicas deben aguantarse porque la sociedad no sanciona a los agresores, pero las chicas de ayer no son como las demás, son jovenes integrantes de la nueva generación de feministas pereiranas, empoderadas, hastiadas de que nada pase, ya hicieron su primer encuentro en 2017 y se dieron cuenta que unidas pueden impactar en una sociedad que necesita urgentemente una intervención, porque este tipo de acoso es solo la punta del iceberg, ya una de sus integrantes sufrio una violacion y hemos sido testigos en risaralda de 6 feminicidios en lo que va corrido del año. Ya no van a esperar más a que el mundo cambie o a que alguien haga algo por ellas, no son debiles y lo estan demostrando. El mensaje fue claro y contundente:
o los hombres cambiamos por las buenas o ellas nos haran entender por las malas.
La rabia es justa cuando es respuesta a la opresión y la explotación y esta nueva generacion de chicas pereiranas estan rabiosas y tienen razones para estarlo.
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